¿CREES EN LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES?
Yo creo en las segundas oportunidades, o en las terceras o cuartas…en las que hagan falta, porque yo soy el vivo retrato de otra oportunidad.
En esta vida que nos parece tan corta tenemos tiempo de todo, de caer y levantar, de empezar las veces que hagan falta.
MI NIÑEZ EN DULCE
La pasión por el mundo dulce me viene de cuna, diría que lo tengo insertado en mis genes, nací con ello heredado de mi madre.
Mis recuerdos más precoces son de mi madre haciendo repostería en casa. Se pasaba horas haciendo dulces para la familia y esas horas las acompañaba cantando. Mis hermanos y yo devorábamos todo el dulce que mi madre, con toda su pasión nos hacía.
Recuerdo las navidades con toda mi familia, primos, tíos, abuelos… El inicio de nuestra navidad era, cuando semanas antes, nos reuníamos todos para hacer los dulces navideños típicos de la tierra de mi familia, Ciudad Real. Mi madre, mis tías y mi abuela eran las jefas, los pequeños y no tan pequeños ayudábamos en lo que las jefas nos mandaban. Era una fiesta.
La repostería siempre fue mi mayor hobby
LA OPORTUNIDAD
Al introducirme en el mundo laboral me dediqué a lo que la vida me puso delante, nada que ver con el mundo dulce.
Me quedé embarazada de mi primer hijo y la empresa me invitó a quedarme en casa cuidándolo (léase la ironía)
Estaba encantada con mi niño, desde luego, pero siempre he sido muy inquieta y yo no me veía quedándome en casa con la única misión de criar hijos, quería algo más, buscaba algo más.
Un buen día, hablando con un amigo, uno de los mejores pasteleros de mi ciudad, sabiendo de mi gran hobby, me ofreció ir a su pastelería a entretenerme cuando me apeteciera hasta que encontrara un trabajo, te puedes imaginar cual fue mi respuesta.
Descubrí el mundo de la pastelería a pie de campo, en el obrador, me maravilló, creo que ha sido una de las mejores épocas de mi vida.
Aquí en España empezaba una nueva tendencia, las tartas con fondant. Empecé a hacerlas descubriendo que se me daba bien y de un día para otro comencé como lo hacen muchos, haciendo tartas para la familia o amigos. El boca a boca hizo que crecieran los encargos de gente fuera de mi entorno y sin esperarlo cada vez eran más mis clientes.
EL ORIGEN DE TODO
Yo seguía en la pastelería ya trabajando, ya no era solo un hobby. En una pastelería tocas muchas técnicas, aprendí mucho, pero había una técnica que me llamaba mucho la atención y deseaba (ahora pienso que me obsesioné) en aprender aquella maravilla.
Esa técnica era el trabajo con caramelo. Yo veía a los pasteleros haciendo decoraciones de caramelo y no podía apartar la vista. Les insistía en que yo quería hacerlo pero me decían que era difícil y que tenía que esperar, era frustrante.
Hasta que el día llegó, casualmente el día de mi cumpleaños.
Cuando vi la lámpara de calor que había preparada para mi y me dijeron que ese día iba a aprender casi me pongo a llorar.
En el momento que toqué el caramelo me quedé enganchada. Notar el calor, la elasticidad, el brillo…me tenía fascinada y desde ese día supe que por encima de cualquier otra técnica de pastelería siempre sería mi preferida la técnica del trabajo con caramelo.
Cada vez quería más, quería saber más, aprender más de la técnica pero me di cuenta de que no había prácticamente información o formación sobre el caramelo.
Empecé a trabajar con isomalt y yo, que soy una persona que me gusta saber el porqué de las cosas empecé a investigar sobre la materia, quería saber que era el isomalt en todos los sentidos y aspectos, no solo como decoración.
Me encontré con un muro muy alto, la poca información que había sobre el caramelo era para nivel alto, para hacer decoraciones, pero ¿Cómo aprende un principiante? No había absolutamente nada.
Aprendí a fuerza de error y acierto, a fuerza de equivocarme, a fuerza de probar infinidad de veces e infinidad de veces fallar. Poco a poco descubrí y aprendí a trabajar el isomalt, no solo a hacer las decoraciones sino todo lo que había antes, durante y después de una decoración. Aprendí todo lo que nadie te enseña cuando empiezas, fui una autodidacta en prácticamente todo. Creé mi propia estructura de trabajo, me hice mis dossiers con toda la información que había recopilado y que yo veía imprescindible para poder trabajar una técnica y empecé a mostrar mis trabajos.
EL GRAN DESCONOCIDO
Muy pocos conocían el isomalt, pocos conocían el trabajo con el caramelo. El mundo del caramelo siempre fue muy elitista en el sentido de que no todo el mundo era capaz de hacerlo y estaba al alcance de pocos. Solo se mostraban trabajos espectaculares a nivel de esculturas artísticas y a mi me encantaba verlas y hacerlas. Pero con el isomalt se podían hacer infinidad de decoraciones super sencillas y muy vistosas que nadie hacía, ¿Por qué nadie mostraba ese tipo de trabajos? ¿Por qué nadie formaba en trabajos sencillos para que más personas fueran capaces de hacerlo?
Ahí empezó a formarse en mi cabeza “MI MISIÓN”
EL SALTO A LA PISCINA ¿HAY AGUA?
A esas alturas yo tenía mi propio obrador, con muchos clientes y mucho trabajo ya que llevaba algunos años también como profesora de técnicas varias de repostería.
Aquí viene la locura, lo dejé todo!
Tomé la decisión de dedicarme exclusivamente al caramelo, al isomalt. Quería especializarme en la técnica, y dar formación. Salté a la piscina sin saber si tenía agua o no.
Fue durísimo. Primero porque mi entorno me llamaba loca, no entendían cómo había sido capaz de dejarlo todo para empezar, otra vez, de cero.
Organizaba los cursos pero los cursos se anulaban por falta de alumnos, no se atrevían a ir a los cursos porque no se atrevían con el gran desconocido, el isomalt.
Les llamaba mucho la atención, les encantaba mi trabajo pero lo veían inalcanzable.
El primer curso llegó, tuve la oportunidad en Puerto Real, Cádiz. Fui a Cádiz cargada con toda la logística que había creado para los cursos. Equipos para el alumno y material.
No hace falta que te diga lo nerviosa que estaba.
Fue genial y ese fue el principio. A partir de ese curso vinieron cursos por toda España y el extranjero. México, India, Suiza, Francia, Italia, Portugal, Inglaterra…
UN PASO MÁS
En el primer curso hablé a mis alumnos del isomalt, les enseñé a amar el isomalt como lo amaba yo, le puse toda la pasión que me nace cuando hablo del isomalt o toco el isomalt, les hablé del material, del equipo y de la mejor y más barata forma de conseguirlo. El curso fue un éxito.
Al finalizar el curso un alumno me preguntó si podía venderle el equipo y material. En ningún momento pensé en hacerlo pero el resto de alumnos empezaron a insistir en que se lo vendiera a ellos también. Volví a casa con la sensación del trabajo bien hecho y el coche medio vacío porque vendí casi todos los equipos y material que llevé.
A partir de ese curso, cuando vinieron los demás, ya iba a los cursos con la idea de vender los equipos que los alumnos me pidieran y en todos los cursos vendía la mayoría.
Algunos alumnos que no me compraron en el curso el equipo me llamaron más tarde para ver si se los vendía y de ahí nació la tienda online. A la web que ya tenía creada con un blog y poco más le creamos una tienda online muy sencillita con solo 10 artículos.
Mira cómo está nuestra tienda online a día de hoy
NUESTRO PRODUCTO
Desde el primer día estamos enfocados en dar el mejor producto con la mejor calidad.
El isomalt es el rey de la casa, por supuesto. Fueron muchas las pruebas hasta dar con el isomalt que actualmente trabajamos, para mi es el mejor y somos los que mejor precio y calidad ofrecemos.
Poco a poco la tienda online ha ido creciendo ofreciendo muchos más productos para que todo el que quiera introducirse en el mundo del isomalt tenga la opción de comprarlo en nuestra tienda enfocada exclusivamente en el mundo del caramelo. Te ofrecemos todos los utensilios y herramientas necesarias para trabajar la técnica. Decoraciones de todo tipo para adornar tus piezas y todos los ingredientes necesarios para hacer realidad tu imaginación en caramelo.
Te damos soporte, resolvemos cualquiera de tus dudas, estamos al día de todos los utensilios, herramientas o ingredientes que necesitas y si no lo tenemos lo buscamos.
MI MISIÓN
Tenía muy claro lo que quería hacer. Quería y sigo queriendo dar el tipo de formación que yo necesité cuando empecé a tocar el caramelo. Esa es la esencia de la escuela, tanto en formación presencial como online.
Vuelco en el alumno todos mis conocimientos, toda mi pasión por el isomalt y toda mi energía.
Mi objetivo siempre ha sido y será acercar el caramelo, el isomalt a todo el que le guste, demostrar que el caramelo no es apto solo para unos pocos.
Con isomalt puedes abarcar desde una simple piruleta hasta una escultura artística, el límite solo lo pones tú y yo soy la encargada de cogerte de la mano, acompañarte en cada paso de tu camino y enseñarte que el mundo del isomalt es maravilloso.
EL PARÓN OBLIGADO QUE NOS ENCERRÓ EN CASA
El maldito Covid. Fuimos una de tantas empresas que tuvo que cerrarlo todo de un día para otro. Encerrados en casa con la incertidumbre de un futuro inmediato porque yo pensé que iba a ser cuestión de pocos días, qué equivocada estaba.
Cancelé todos los cursos presenciales y cerré la tienda online.
Soy de las que siempre intenta sacar algo positivo de cada situación y de aquella situación salió algo realmente positivo, la escuela online.
La situación hacía que fuera bastante difícil dar cursos presenciales, viajes, restricciones, aforos limitados…y como la necesidad agudiza el ingenio me decidí a crear cursos online.
Al principio fue una locura, no tenía mucha idea de grabación, pero poco a poco salimos adelante.
UNO DE MIS MAYORES HITOS
Sin duda una de las experiencias más fuertes a nivel laboral fue formar parte del equipo que representó a España en el Mundial del helado en enero del 2020. La copa del mundo se celebró en Rímini, Italia.
Mi trabajo fue hacer la escultura de azúcar para el mundial.
Fue un año de duro trabajo pero los últimos 6 meses estuve volcada exclusivamente en la preparación del mundial. Muchas horas de entrenamiento, muchos viajes lejos de casa, de la familia. Una experiencia realmente intensa.
A DÍA DE HOY
Es bueno mirar atrás y no olvidar de donde vienes. Es importante ser consciente de tu presente, trabajar y luchar día a día para cuidar tus logros. Mirar al futuro con la idea de seguir evolucionando cada día, la palabra “estancarse” no entra en mi vocabulario.
A día de hoy somos una empresa que hace lo que quiere hacer con la ilusión del primer día.